Una de las infecciones víricas que afectan la región genital es el condiloma acuminado. Se trata de un enfermedad infecto-contagiosa cuya causa es el virus del papiloma humano que se adquiere por contacto sexual. Aunque raramente, es posible una transmisión por inoculación a través de las manos o fómites. La probabilidad de contagio en un solo coito es entre un 50 a un 70%, oscilando el período de incubación entre tres semanas y ocho meses.
Clínicamente se manifiestan como tumores carnosos pediculados de aspecto verrugoso, con una superficie dentada en forma de cresta de gallo de color rojo, rosado o blanco (se asienta sobre las zonas húmedas o de roce).
Se localiza en las zonas traumatizadas durante el coito: horquilla vulvar, labios, zona perianal y con frecuencia afecta a uretra, vagina y cérvix uterino.
Su diagnóstico es fundamentalmente clínico y los objetivos del tratamiento son tres:
- Eliminar la lesión.
- Evitar complicaciones.
- Disminuir riesgo de infección.
Métodos a seguir en el tratamiento:
- Ablativos: láser terapia, electrocirugía y crioterapia.
- Escisionales: extirpación quirúrgica.
- Antivirales: Interferón, ciclofovir.
Para la prevención recomendamos la vacuna nanovalente (Gardasil 9).