La atrofia vulvovaginal o vaginitis atrófica se refiere a un grupo de síntomas relacionados con alteraciones en la vulva, la vagina y el tracto genitourinario inferior. Está asociada a una disminución de los estrógenos después de la menopausia, esta hipoestrogenización del área genital en la mujer conlleva a una variedad de cambios anatómicos, fisiológicos y clínicos en el área urogenital. Los síntomas clínicos incluyen sequedad vaginal, irritación, dolor al orinar, dificultad para mantener relaciones sexuales y flujo vaginal, estos, pueden aparecer con algunos tratamientos médicos como anticonceptivos, antidepresivos y tratamientos para el cáncer.
A la exploración en la mujer postmenopáusica como hallazgo común se observa el adelgazamiento, la sequedad y la palidez de la mucosa vaginal, asociado al aplanamiento de los labios mayores que se debe a la pérdida de la almohadilla de grasa labial.
A medida que avanza la atrofia vaginal, se puede encontrar hemorragia petequial submucosa, lo que hace que la vagina se vuelva más corta y estrecha.
Actualmente se informa que casi un 50% de las mujeres postmenopáusicas podrían tener atrofia vaginal.
Este porcentaje podría estar subestimado debido a que aún, a día de hoy, existen muchas mujeres que no notifican estos síntomas a su médico de familia o ginecólogo.
La evidencia, nos sugiere que la atrofia vaginal tiene un impacto muy negativo en la salud sexual y en la calidad de vida de la mujer.
En la actualidad existen tratamientos con estrógenos locales y nosotros proponemos el uso de la terapia local con láser, por ser un tratamiento sencillo, nada doloroso, con unos resultados muy positivos para la mujer, repercutiendo en su calidad de vida. Esta técnica está avalada por múltiples estudios que muestran gran eficacia, en los cuales se recogen resultados muy positivos en el 80% de las mujeres tratadas.
La combinación de la terapia local con láser junto al tratamiento con estrógenos locales, genera la mejora de síntomas en un 80% de los casos.
En nuestra clínica aplicamos un protocolo de tratamiento con terapia láser asociado a tratamientos con estrógenos locales, los cuales potencian el mismo, trayendo como consecuencia una evolución satisfactoria en un 80% de las pacientes tratadas, mejorando los síntomas y signos del área urogenital.