El síndrome de hiperlaxitud vaginal no muy bien definida aún, se conoce como la relajación o perdida de la tensión de las paredes vaginales, lo que provoca la sensación de vagina ancha. Tiene como consecuencia, la disminución de la sensibilidad de las relaciones sexuales.
En ocasiones, se asocia con incontinencia urinaria o prolapso de útero o de las paredes vaginales, este efecto es mucho más frecuente en mujeres que han tenido varios partos y puede ser de causa multifactorial: depende de los tamaños de los bebes, evolución del parto, duración del mismo, presencia o no de episiotomía, desgarro vaginal y su sutura con mejor o peor fortuna.
Es aun menos habitual pero no imposible que también aparezca en mujeres que no han estado embarazadas, pero la obesidad, la tos crónica, el estreñimiento o determinado deporte han generado fuerzas sobre su suelo pélvico siendo responsable de que las paredes vaginales hayan quedado vencidas.
Son estos factores los que influyen en la hiperlaxitud y se relaciónan directamente con las propiedades de los tejidos de la mujer. En función de ello, una mujer sin hijos puede presentar hiperlaxitud tisular y otra con tres partos vaginales no.
Nuestra propuesta es indicar fisioterapia y rehabilitación del suelo pélvico en el postparto asociado al tratamiento láser.
El láser consiste en aplicar una energía térmica mediante un dispositivo que se introduce en la vagina el cual deposita calor y estimula a lo fibroblasto, células productoras de colágeno logrando un efecto tensor en las paredes de la vagina.
El tratamiento es ambulatorio con una duración aproximada de 20 minutos y el número de sesiones dependerá de cada paciente en particular oscilando entre tres y cinco sesiones.